Este poema va dedicado a mi madre, a la cual amo y le debo lo que soy en la vida y con el alma quisiera tenerla a mi lado, pero ella tiene sus motivos, para quedarse donde esta.... Su Casa
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| Mi madre y mi hermana |
Hoy que te vuelvo a ver madre,
que me siento a tu lado, sonríes,
ya casi no hablas, te miras ausente...
con esa mirada triste y perdida
tu semblante refleja el dolor
de los hijos perdidos... de los años..
Miro tus pies hinchados, perdieron
la lozanía de tus años mozos,
con profunda tristeza, los acaricio
mientras te doy un masaje a tu antojo,
agradeces con la mirada, pero tu
boca calla y te sumerges en el silencio
de la nada.
Te observo de lejos...
Tu caminar lento con ese bastón
que forma parte de tu equilibrio,
vas tambaleante, buscando apoyo
tus lagrimas, son un grito desgarrador
de tu alma solitaria, de tu soledad.
lloras, buscas consuelo, compañía,
y que encuentras?
solo una triste figura que se asemeja
aun guiñapo, a un mueble mas
de esa casa vieja, que se viene abajo.
Pero tienes una voluntad férrea,
y en tus ratos de lucidez,
te mantienes firme a ella,
a tus convicciones a tus ideas.
no quieres salirte de ella.
Yo no se Madrecita mía,
si estamos bien, o estamos mal
en dejarte ahí, donde cada día
te vas sumergiendo en esa oscura
soledad, tus ojos perdieron su brillo
¡ya no vez! solo sombras nada más.
Pero quieres estar con él,
con ese hijo que tu pecho una vez alimento
al que te aferras por temor a perder
como a los otros, que ya viste fallecer.
Somos tus hijas madre
las que no sabemos que hacer
un nudo se nos hace en la garganta
y nos preguntamos una y otra vez
como lograr que cambies de parecer...
